En la actualidad el sistema educativo nos ha enseñado que la educación es un proceso pasivo de recepción, como dice Paulo Freire "Educación Bancaria", donde el "calificado" emisior (instituciones educativas en todos los niveles) son los poseedores del conocimiento y los sujetos pasivos "consumidores" del conocimiento tienen que comprarlo literalmente al sistema.
Esta manera de operar de los "estudiantes" es pasiva y ha generado una mercadotecnia de la educación, que en sí no es mala, pero que ha propiciado que el conocimiento y la sabiduría sean lo último en importancia en las instituciones maleadas, en base a resultados, que evaden el desarrollo del pensamiento crítico, la innovación y el espíritu emprendedor de los estudiantes, y que sí se enfocan en la imagen que proyectan para atraer más "clientes".
Esto se hace evidente al darnos cuenta de que existe un significativo número de "estudiantes" que finalmente están por obtener un título y no por generar una educación "liberadora", donde el foco no sean los documentos, sino el conocimiento al servicio de la comunidad y la sabiduría traducida en acciones de mejoramiento social.
Esta manera de operar de los "estudiantes" es pasiva y ha generado una mercadotecnia de la educación, que en sí no es mala, pero que ha propiciado que el conocimiento y la sabiduría sean lo último en importancia en las instituciones maleadas, en base a resultados, que evaden el desarrollo del pensamiento crítico, la innovación y el espíritu emprendedor de los estudiantes, y que sí se enfocan en la imagen que proyectan para atraer más "clientes".
Esto se hace evidente al darnos cuenta de que existe un significativo número de "estudiantes" que finalmente están por obtener un título y no por generar una educación "liberadora", donde el foco no sean los documentos, sino el conocimiento al servicio de la comunidad y la sabiduría traducida en acciones de mejoramiento social.
Esto sin conciderar a quienes estudian por estudiar o por llevarle un título a papá!!!
Alexander Scott, dice en "El Rinoceronte" que décadas atrás estudiar una carrera universitaria aseguraba el éxito laboral, pues como estudiante podrías obtener un buen empleo que te diera económicamente lo que necesitabas y un poco más, sin embargo en la actualidad una carrera universitaria no es garantía prácticamente de nada.
Un joven visionario y emprendedor sin una carrera universitaria puede generar riqueza por sus propios medios sin la necesidad de un "profesor que le diga que hacer y que no", mientras que pueden existir profesionistas frustrados en trabajos mal pagados o fuera del área de trabajo de la carrera que estudiaron.
En Grupo Trascender, vemos a la educación como un proceso de trasformación personal y social, al estilo Freire quizá, en donde el conocimiento y la sabiduría sean generadas por los individuos mismos, sin necesidad de calentar una butaca diariamente por 4 horas. Y Gt lo lleva la realidad.
Como mencionó Joaquín Sabina en "En Carne Viva"" (libro autobiográfico) que desde que se dio la bendita "ilustración" con la imprenta, el conocimiento y el mundo están al alcance de cualquiera, y que debe existir un "salario mínimo cultural", como lo dijo el Sabina, donde los libros clásicos de la humanidad sean el salario mínimo de lectura para cada individuo.
Lee, reflexiona, crea en tu interior, transforma tu interior, e impacta luego en la realidad para modificarla.
La cultura autodidacta que promueve Grupo Trascender es una forma de vida, donde el conocimiento, la experiencia y la sabiduría representen una parte fundamental en la vida de los sujetos, que a su vez será traducida en acciones visibles y a su vez educadoras y re-educadoras, que finalmente están al alcance de cada sujeto partiendo de su voluntad y del contacto con otros seres humanos movidos por el mismo u otros ideales para crear redes.
Por un lado el sistema aporta un documento que te avala como capaz e indicado para desempeñar una actividad o una serie de actividades, sin embargo no garantizan tus resultados, de modo que aplica aquí una frase que he venido profesando desde hace tiempo "hay profesionales sin título y títulos sin profesionales", con la palabra profesionales me refiero a lo que significa la palabra en su significado más puro: "el que profesa", es decir el que vive lo que dice, el que lo demuestra, el que impacta y hace de lo que profesa su carta de presentación por medio de las acciones y los resultados.
Es así que un profesional te garantiza resultados más allá de los títulos o por encima de ellos o sin la presencia de ellos.
Estoy seguro que tu conoces a varios "títulos sin profesionales", esas personas que cuando las vez puedes pensar "en qué momento se perdió", esas personas que carecen del sentido mínimo de calidad, esas que inspiran flogera, esas que limitan a los demás, esas que ocupan un espacio por gracia de Dios, puesto que por sus acciones es difícil que lo hayan logrado, basado en resultados.
Pues bien, la otra cara de la moneda es que sin un título las instituciones no pueden confiar en ti, bueno esto es una pena pero también es una realidad.
Ahora bien, por qué no tener las dos cosas: Ser un profesional por lo que en verdad profesas con resultados claros y además tener un título, no para que te respaldes tu, porque si eres un profesional (que esto es finalmente una actitud acompañada de acciones y resultados) no lo necesitarás, pero sí lo necesita ver la sociedad.
En GT la cultura autodidacta es nuestra bandera, y además somos capaces de tener las dos cosas.
Tienes tres opciones:
a) Ser parte de los "títulos sin profesionales".
b) Ser parte de los "profesionales sin título".
c) Ser parte de los "profesionales y además con título".
Si te ubicas en la respuesta "a" te invitamos a que rediseñes tu vida, de lo contrario harás más mal del que te imaginas a la humanidad.
Si estas en la b ó c, bienvenido, puedes ser parte de GT.
Un profesional es aquel que vive lo que hace, lo lleva en la mirada, lo vibra, y por tanto tiene la capacidad de ir más allá, de impactar, de transformar, de crear, de Trascender.
Milton Luna
Alexander Scott, dice en "El Rinoceronte" que décadas atrás estudiar una carrera universitaria aseguraba el éxito laboral, pues como estudiante podrías obtener un buen empleo que te diera económicamente lo que necesitabas y un poco más, sin embargo en la actualidad una carrera universitaria no es garantía prácticamente de nada.
Un joven visionario y emprendedor sin una carrera universitaria puede generar riqueza por sus propios medios sin la necesidad de un "profesor que le diga que hacer y que no", mientras que pueden existir profesionistas frustrados en trabajos mal pagados o fuera del área de trabajo de la carrera que estudiaron.
En Grupo Trascender, vemos a la educación como un proceso de trasformación personal y social, al estilo Freire quizá, en donde el conocimiento y la sabiduría sean generadas por los individuos mismos, sin necesidad de calentar una butaca diariamente por 4 horas. Y Gt lo lleva la realidad.
Como mencionó Joaquín Sabina en "En Carne Viva"" (libro autobiográfico) que desde que se dio la bendita "ilustración" con la imprenta, el conocimiento y el mundo están al alcance de cualquiera, y que debe existir un "salario mínimo cultural", como lo dijo el Sabina, donde los libros clásicos de la humanidad sean el salario mínimo de lectura para cada individuo.
Lee, reflexiona, crea en tu interior, transforma tu interior, e impacta luego en la realidad para modificarla.
La cultura autodidacta que promueve Grupo Trascender es una forma de vida, donde el conocimiento, la experiencia y la sabiduría representen una parte fundamental en la vida de los sujetos, que a su vez será traducida en acciones visibles y a su vez educadoras y re-educadoras, que finalmente están al alcance de cada sujeto partiendo de su voluntad y del contacto con otros seres humanos movidos por el mismo u otros ideales para crear redes.
Por un lado el sistema aporta un documento que te avala como capaz e indicado para desempeñar una actividad o una serie de actividades, sin embargo no garantizan tus resultados, de modo que aplica aquí una frase que he venido profesando desde hace tiempo "hay profesionales sin título y títulos sin profesionales", con la palabra profesionales me refiero a lo que significa la palabra en su significado más puro: "el que profesa", es decir el que vive lo que dice, el que lo demuestra, el que impacta y hace de lo que profesa su carta de presentación por medio de las acciones y los resultados.
Es así que un profesional te garantiza resultados más allá de los títulos o por encima de ellos o sin la presencia de ellos.
Estoy seguro que tu conoces a varios "títulos sin profesionales", esas personas que cuando las vez puedes pensar "en qué momento se perdió", esas personas que carecen del sentido mínimo de calidad, esas que inspiran flogera, esas que limitan a los demás, esas que ocupan un espacio por gracia de Dios, puesto que por sus acciones es difícil que lo hayan logrado, basado en resultados.
Pues bien, la otra cara de la moneda es que sin un título las instituciones no pueden confiar en ti, bueno esto es una pena pero también es una realidad.
Ahora bien, por qué no tener las dos cosas: Ser un profesional por lo que en verdad profesas con resultados claros y además tener un título, no para que te respaldes tu, porque si eres un profesional (que esto es finalmente una actitud acompañada de acciones y resultados) no lo necesitarás, pero sí lo necesita ver la sociedad.
En GT la cultura autodidacta es nuestra bandera, y además somos capaces de tener las dos cosas.
Tienes tres opciones:
a) Ser parte de los "títulos sin profesionales".
b) Ser parte de los "profesionales sin título".
c) Ser parte de los "profesionales y además con título".
Si te ubicas en la respuesta "a" te invitamos a que rediseñes tu vida, de lo contrario harás más mal del que te imaginas a la humanidad.
Si estas en la b ó c, bienvenido, puedes ser parte de GT.
Un profesional es aquel que vive lo que hace, lo lleva en la mirada, lo vibra, y por tanto tiene la capacidad de ir más allá, de impactar, de transformar, de crear, de Trascender.
Milton Luna
No hay comentarios:
Publicar un comentario